Víctimas con doble estándar Los DDHH tuertos del Tuerto Néstor Kirchner y el silencio cómpice opositor.
Por Ceferino Reato
Operación Primicia fue la acción más espectacular de la guerrilla en toda su historia y terminó en una tragedia con 28 jóvenes muertos, entre ellos 12 montoneros, diez soldados, un sargento, un subteniente y un agente de policía. Pero no se trata sólo de un hecho del pasado: su actualidad deriva del tratamiento desigual de las víctimas de uno y otro lado por parte del kirchnerismo, de los organismos de derechos humanos y de los partidos políticos en general.
Ocurrió el domingo 5 de octubre de 1975, en pleno gobierno constitucional de Isabel Perón. Los jefes montoneros, encabezados por Mario Firmenich, habían decidido formar el Ejército Montonero para enfrentar a las Fuerzas Armadas, luego del golpe del que tanto se hablaba y al que consideraban inevitable, y también deseable porque les allanaría el camino al poder.
Operación Primicia fue el debut del Ejército Montonero con sus uniformes color azul. El blanco elegido fue el Regimiento de Infantería de Monte N° 29, en Formosa, por dos motivos: en primer lugar, contaban con un soldado santafecino que era un experimentado "oficial" guerrillero y les había pasado buena información sobre el cuartel; en segundo lugar, el copamiento de un regimiento tan alejado, que los obligaba al secuestro de un avión de Aerolíneas Argentinas en pleno vuelo y a la toma del aeropuerto formoseño, desmoralizaría al Ejército.
El supuesto básico de los montoneros era que los soldados se rendirían fácilmente, pero los conscriptos defendieron el cuartel en un encarnizado combate que duró 30 minutos y terminó con la retirada de los guerrilleros. Hoy, ese traspié está siendo revertido en el relato kirchnerista: la mayoría de los atacantes muertos ya figura como víctimas de la represión ilegal en los anexos del informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), que fueron agregados en 2006, durante el gobierno de Néstor Kirchner.
En consecuencia, también aparecen en el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado levantado en la costanera de la ciudad de Buenos Aires. No están solos: son más de 1000 los nombres que han sido agregados.
Los familiares de estos guerrilleros cobraron la indemnización prevista, que en marzo de 2010 ascendía a 620.919 pesos.
Por el contrario, los padres de los conscriptos muertos cobran una pensión que en marzo de 2010 era de $ 842 por mes. Es decir que para el Estado la vida de un guerrillero vale aproximadamente seis veces más que la de un soldado. Más grave aún: los conscriptos eran todos formoseños y muy pobres, ya que no habían salido del regimiento porque no tenían dinero para ir a sus casas. Hoy, son recordados sólo en Formosa.
El kirchnerismo, respaldado por las organizaciones de derechos humanos, impuso su concepción, que reivindica no sólo a las víctimas del terrorismo de Estado, sino a todos los "caídos en combate" por la revolución socialista.
Lo hizo con el silencio de la UCR, cuyo líder histórico, Raúl Alfonsín, creó la Conadep para que se ocupara sólo de los crímenes de la dictadura, y de Pro, que gobierna la Capital, donde está el principal monumento a las víctimas del terrorismo de Estado.
Ocurrió el domingo 5 de octubre de 1975, en pleno gobierno constitucional de Isabel Perón. Los jefes montoneros, encabezados por Mario Firmenich, habían decidido formar el Ejército Montonero para enfrentar a las Fuerzas Armadas, luego del golpe del que tanto se hablaba y al que consideraban inevitable, y también deseable porque les allanaría el camino al poder.
Operación Primicia fue el debut del Ejército Montonero con sus uniformes color azul. El blanco elegido fue el Regimiento de Infantería de Monte N° 29, en Formosa, por dos motivos: en primer lugar, contaban con un soldado santafecino que era un experimentado "oficial" guerrillero y les había pasado buena información sobre el cuartel; en segundo lugar, el copamiento de un regimiento tan alejado, que los obligaba al secuestro de un avión de Aerolíneas Argentinas en pleno vuelo y a la toma del aeropuerto formoseño, desmoralizaría al Ejército.
El supuesto básico de los montoneros era que los soldados se rendirían fácilmente, pero los conscriptos defendieron el cuartel en un encarnizado combate que duró 30 minutos y terminó con la retirada de los guerrilleros. Hoy, ese traspié está siendo revertido en el relato kirchnerista: la mayoría de los atacantes muertos ya figura como víctimas de la represión ilegal en los anexos del informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), que fueron agregados en 2006, durante el gobierno de Néstor Kirchner.
En consecuencia, también aparecen en el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado levantado en la costanera de la ciudad de Buenos Aires. No están solos: son más de 1000 los nombres que han sido agregados.
Los familiares de estos guerrilleros cobraron la indemnización prevista, que en marzo de 2010 ascendía a 620.919 pesos.
Por el contrario, los padres de los conscriptos muertos cobran una pensión que en marzo de 2010 era de $ 842 por mes. Es decir que para el Estado la vida de un guerrillero vale aproximadamente seis veces más que la de un soldado. Más grave aún: los conscriptos eran todos formoseños y muy pobres, ya que no habían salido del regimiento porque no tenían dinero para ir a sus casas. Hoy, son recordados sólo en Formosa.
El kirchnerismo, respaldado por las organizaciones de derechos humanos, impuso su concepción, que reivindica no sólo a las víctimas del terrorismo de Estado, sino a todos los "caídos en combate" por la revolución socialista.
Lo hizo con el silencio de la UCR, cuyo líder histórico, Raúl Alfonsín, creó la Conadep para que se ocupara sólo de los crímenes de la dictadura, y de Pro, que gobierna la Capital, donde está el principal monumento a las víctimas del terrorismo de Estado.