LA DECADA DEL 70 - DERECHOS HUMANOS
INTRODUCCIÓN
El mundo actual se está moviendo de forma cada vez mas creciente a lo largo de un factor que por su naturaleza agrupa a una serie de criterios y conductas, todos las cuales están perfectamente ejerciendo variadas influencias en las grandes masas sociales del planeta.
Me refiero al conocido tema de los “DERECHOS HUMANOS”, los que si bien han tenido siempre una influencia racional y lógica, en la actualidad están alcanzando una importancia cada vez mas creciente en el desarrollo de la vida humana.
Ello es así porque estos “derechos” han pasado a formar parte de un factor importante en la vida de las sociedades, al extremo que su consideración nos lleva a tenerlos presentes en muchas de las actividades donde antes, si bien existían, no mantenían una participación especial o casi determinante.
Así vemos como esta consideración, no sólo participa en los resultados de la aplicación de la justicia ya sea en sanciones, castigos o indultos, etc., sino que también han pasado a tener influencia, por ejemplo, en las relaciones del trabajo. De la salud, de la educación, en la relación entre grupos humanos con marcadas diferencias socio-económicas, en la determinación de sueldos al pretender comparar los cargos en el trabajo cotidiano, ya sea en blanco o en negro y hasta en la consideración para la aplicación de los índices del costo de vida que regulan las asignaciones de subvenciones populares.
Hoy en día, aunque no se mencionan taxativamente su influencia, me atrevo a decir que su valor y presencia es casi relevante, en muchas de las actividades que afectan a todas las sociedades.
Basta con ver y conocer las cuantiosas organizaciones mundiales y regionales, los congresos realizado y próximos a realizar y su presencia en los planos nacionales, coordinados y comprometidos entre si, en casi todos los países, para comprobar la importancia que ejercen en la vida diaria de todas las sociedades y en donde la influencia de los 2derechos humanos”, juega un papel primordial y por lo tanto importante en las actividades de todos los Estados.
Como en todos los procesos de problemas, situaciones y soluciones, relacionados con el tema que estamos tratando, la influencia y la forma en que se encaran, se dirigen, se difunden a los medios y se aplican a los grupos o a las personas afectadas, los resultados que se obtengan suelen tener en algunos casos un valor derivado del interés nacional, grupal o sectorial y así podemos observar que suele ocurrir que estos esfuerzos se oriente a la búsqueda de determinados objetivos o intereses, que si bien contemplan el libre concepto de los derechos humanos, llevan en cierne también otros intereses que lo desdibujan o lo apartan de su real y necesaria naturaleza.
Lo que quiero expresar es que hoy día la lucha por los derechos humanos, no siempre, pueden o suelen estar afectadas por factores, que en esencia se apartan, distorsionan, desfiguran o se configuran con manifestaciones falaces de engaño, mentira o fraude, por el solo hecho de perseguir objetivos que encierran o contienen intereses sectarios o intencionales.
LA DECADA DEL 70 - LOS DERECHOS HUMANOS EN LA ARGENTINA
Por todo lo expuesto, la argentina no ha estado exenta de estas consideraciones y sin duda es fácil comprobar, conociendo la situación de los problemas y el sentido en que se presentan las situaciones, cual ha sido la forma o el método en que se ha conducido el análisis internacional y nacional de los derechos humanos sobre los lamentables acontecimientos que ha sufrido la nación en la década del 70.
Todos conocemos y el que así no lo comprenda estará equivocado, que la nación sufrió una intensa y agresiva acción destructiva política-social de raíces internas con fuerte apoyo internacional y que esta situación ha sido desvirtuada por una fuerte campaña de acción psicológica que ha volcado en ciento ochenta grados el desarrollo de las responsabilidades, generando un serio desprestigio de la República Argentina y en especial para las propias FF. AA.
Así tomados los acontecimientos comenzó crearse una verdadera distorsión de lo que han sido los Derechos Humanos de aquella época llevando los acontecimientos hacia un plano sectorial que por la forma en que han sido manejados y difundidos, el análisis general de los hechos ha resultado equivocado.
Así es como nacieron y se difundieron escalofriantes y tremendas historias ejecutadas por un solo sector, integrado por quienes bajo el cumplimiento de ordene legales, quiérase o no aceptarlas o comprenderlas, trataron de eliminar a aquellos grupos que nacieron, se desarrollaron e infiltraron para destruir la nación en procura de un “poder político” diferente y distinto al que siempre ha conformado el ser nacional.
La prensa extranjera, algunos gobiernos, organismos internacionales, lideres políticos argentinos y extranjeros se predispusieron para defender a un sector político –ideológico conformado por terroristas que se encargaron hábilmente de excluirse de las reglas de los derechos humanos, adjudicando todos los resultados a un sector legal, a quienes transformaron en los únicos responsables de la tortura, de los secuestros y de los desaparecidos.
Es así como se deformó la imagen del Estado, que arrastrado a una lucha impuesta, trató de asegurar al pueblo el mantenimiento de una sociedad, donde el crimen y la violencia no reemplace, no solo el libre ejercicio de las libertades, del pensamiento y de las ideas, sino hasta de los símbolos nacionales.
La misma propaganda terrorista, la acción sicológica desarrollada y orquestada a través de una hábil campaña de derechos humanos han ido creando estas fisuras sociales que hoy afrontamos los argentinos, generando una pantalla que no ha permitido entrever la verdad, deliberadamente silenciada, llevándonos a un campo, que por su naturaleza, ejecución y objetivos perseguidos nos permiten ser comparados como genocidas de un holocausto inexistente.
En nuestra década del 70 y aun en esta etapa lejana de aquel pasado, es posible ver como se sigue produciendo y manifestando significativos acontecimientos, fantasiosos relatos y persistentes predicas de informes proporcionados por conspicuos terroristas que en su momento huyeron del país por delincuentes y que hoy, escapados de la justicia, encuentran el fácil refugio de aquellos que integrando distintos niveles sociales, hoy gozan del poder que las circunstancias y los vaivenes de la política le han permitido alcanzar.
El sector que perdió, que hoy padece, no del olvido pero si de un apreciable rechazo, soporta estoicamente el peso de una responsabilidad perdida, afrontando la venganza de quienes perdieron la lucha pero ganaron la política.
