Acción Insurreccional de Masas
1.- INTRODUCCIÓN:
Los acontecimientos de los últimos días del año pasado, ( R. A. Dic. 2001) me motivan a expresar algunas consideraciones, las que a no dudar contribuirán a que todos aquellos que las han seguido de cerca, puedan interpretar y comprender la razón de los objetivos perseguidos, las técnicas y, consecuentemente los resultados obtenidos.
Para ello, debemos analizar los hechos a través de dos características y/o metodologías distintas, las que si bien están separadas “en sus fines y en sus medios” conservan la necesaria vinculación doctrinaria para que el desarrollo de una, pueda facilitar la realización de la otra. En el campo de la estrategia socio-política, a esta acción, se la conoce con el nombre de “Acción Insurreccional de Masas”.
Es así como hemos podido observar en las dos grandes concentraciones producidas antes y después de navidad, como una “acción de masas”, llevada a cabo con “sentido social y popular”, actuando con cierta mesura y prudencia, a travÈs de un insistente reclamo de pretendidas decisiones políticas, es sobrepasada, superada y desplazada por otra “acción de masas”, con “sentido delictivo”, constituida por otro grupo social de inadaptados, portadores de una violencia desenfrenada y sin limites de contención inmediato, para producir los vandálicos hechos que todos conocemos, con el producido de uno de los más graves resultados , como lo es la muerte de varias personas.
Así planteadas estas consideraciones, nos enfrentamos con una manifestación popular que con el sólo hecho de “tañir las cacerolas” logra expresar sus deseos e imponer su voluntad. Tal vez podríamos estar seguros que con esta sola acción hubiera resultado más que suficiente, para lograr alcanzar los objetivos perseguidos y obtenidos. Sin embargo ello no ha sido así, dado que a esa acción, sucedió la violenta y destructiva.
Los resultados de las elecciones de octubre pasado y la aplicación bastante reiterada de los cacerolazos y de la violencia posterior, han abierto sin lugar a dudas la implementación de una nueva técnica que pareciera que va mas allá del voto popular y que en el lapso de diez días produjo renuncias y nombramientos que abarcan el ejercicio de cuatro presidencias nacionales.
Frente a ello y con este procedimiento debemos de pensar que estas situaciones deberían estar caracterizadas con una ponderable prudencia, reflexión y mesura para no caer en una escala repetitiva de procedimientos que no son propios de una sociedad democráticamente constituida. La seguridad de ello estará dada por la acción consiente en el ejercicio de una política coherente y acertada en la cual al valor de la experiencia obtenida de los errores producidos se le debe sumar la necesaria capacidad y el arte que todo conductor o estadista debe tener, en este caso, para el ejercicio del mandato otorgado por el voto popular.
En igual forma, también por una sociedad que sepa comprender que la conducción de una Nación no puede estar dependiente de una multiplicidad de opiniones socio-políticas, cuya mezcla puede llevar a producir un fracaso en la continuidad jurídica, política y social de un Estado.
Como lo manifestara al principio, a esta nueva técnica con “sentido social y popular”, se le ha sumado otra acción con “la aplicación de la violencia”que se ha ido gestando y desarrollando a continuación de aquella y que por su misma naturaleza intrínseca de vandalismo y destrucción ha producido los lamentables episodios que todos conocemos y que no vale la pena mencionar.
La suma de estas dos acciones en su conjunto, da origen a la concepción estratégica y doctrinaria de lo que se conoce con la “Acción Insurreccional de Masas - A.I.M..” En esencia, esta doctrina encierra en sus objetivos finales “la Toma del Poder” lo que según las circunstancias puede producirse por una acción que no es violenta pero que se impone y exige sobre el poder mismo, haciÈndose cargo de él figuradamente, o bien por una acción violenta que lleva implícita la ocupación y la toma material y real del poder. Hasta el momento, los episodios registrados en el país nos colocan frente a la primera variante, con algún intento y desarrollo de la segunda. Esta reflexión significa, aunque nos cueste aceptarlo que nos encontraríamos frente a una toma “figurada o tacita del poder” por medio de una acción insurreccional de masas con sentido social y popular.
2.- ANÁLISIS DE LOS HECHOS:
Analicemos los términos y los procedimientos que conforman esta acción, comparándolo mentalmente con los hechos producidos, lo que nos permitirá dar un alcance correcto a nuestras apreciaciones.
Porque se dice “Acción Insurreccional de Masas (A.I.M.):
Acción: Actividad de potencia, de presión, de hechos, de fuerza.
En nuestro caso se traduce en un procedimiento contra alguien, sector o grupo.
Insurreccional: Trastocamiento de un estado natural y normal. Ruptura de la estructura moral y orgánica. En nuestro caso, imposición por la fuerza de un deseo, de un grupo humano más fuerte a otro grupo humano más dÈbil.
Masas: Conglomerado humano disperso en lo intelectual y en la acción, pero unido en la identidad de criterios y objetivos. En nuestro caso: unidad colectiva temporaria y circunstancialmente reunida, de reacción variable y uniforme en sus objetivos, de fácil reunión y desintegración y de características coyunturales.
La acción coordinada y solidaria de estos conceptos, que en realidad se traducen en “HECHOS”, da origen a la “ACCION INSURRECCIONAL DE MASAS”
Si intentamos una definición, podemos decir:
“ES UN ACTO COYUNTURAL DE SUBLEVACIÓN COLECTIVA DE LA POBLACIÓN O DE UNA PARTE O SECTOR COHESIONADO POR UNA CAUSA MOVILIZADORA, SENSIBILIZANTE Y EFÍMERA, QUE BUSCA COMO FINALIDAD ULTIMA EL ESTALLIDO, PARA ALCANZAR IMPONER DECISIONES O ASEGURARSE LA TOMA DEL PODER . POR SU PROPIA NATURALEZA, FORMACIÓN DESARROLLO Y OBJETIVOS LA A.I.M. ES DEFINICIÓN DE VIOLENCIA”.
Esta acción se desarrolla en tres etapas:
1.- Fase preliminar. En nuestro caso, acción de los grupos desde diferentes sectores buscando la reunión en las zonas previstas.
2.- Fase reunión. En nuestro caso, la consolidación del grupo en o lugares previstos.
3.- Fase decisión. En nuestro caso, la obtención del objetivo perseguido, renuncia o alejamiento del poder.
Tiene tres requisitos y una regla, para ser considerados:
1.- “Ambiente”: Adaptación de objetivos al medio donde se desarrolla la acción. En nuestro caso la elección del o los lugares de acción (asiento de las autoridades).
2.- “Causa”: de carácter emocional y material para alcanzar el objetivo, y en donde valga la pena el sacrificio y hasta la muerte. De raíz colectiva, difícil de ser valorada individualmente. En nuestro caso los hechos producidos son lo suficientemente claros para fundamentar esta causa.
3.- “Organización”: Estudio del ambiente y de las causas. Planificación, práctica, y ejercitación, infiltración, lanzamiento y ejecución, lucha armada o batalla campal. En nuestro caso, hemos visto como se iniciaba el cacerolazo y como posteriormente se iban produciendo la infiltración, la ejecución y la lucha campal.
“REGLA”: La acción no es rígida, tiene un desarrollo dinámico y normalmente observa un carácter recurrente.
Cuales fueron las condiciones dadas para esta situación: Solamente me limitarÈ, por razones de espacio, a referirme al factor socio-político.
Crisis económica: Es la que lleva a plantear a los desposeídos el enfrentamiento con el gobierno como única salida para sus males.
Crisis de la clase gobernante: se genera por la conducta moral y dominante contra las aspiraciones o deseos de los sectores sociales no queriendo reconocer, que ellos, les deben sus cargos al pueblo que los votó.
Crisis en la actividad de las masas: generada por los sectores más dinámicos y combativos que impulsan y arrastran al conjunto y al resto de los sectores sociales Todo ello hace que la participación del pueblo sea cada vez mayor , mas activa y dominante.
Crisis por la lucha entre la “Democracia” y la “Partidocracia”: Los intereses de Partido, unidos a los sectores burgueses nacionales e internacionales, desplaza a las necesidades populares, logrando formar frentes de lucha entre las distintas clases sociales. El gobierno de todos, pasa a ser el gobierno del partido.
Crisis de agotamiento de las alternativas o soluciones: La convicción por parte de las masas sobre la necesidad de producir una insurrección. La manifestación de esta crisis esta dada por el agotamiento de la “paciencia popular”.
3.- CONCLUSIONES FINALES:
La existencia de proyectos políticos, económicos y sociales contrapuestos en el seno del oficialismo, unido a la vigencia de una oposición emocionalmente deseosa del fracaso de la dirigencia gobernante y a la existencia de una izquierda radicalizada, que aún encuentra eco en algunos grupos sociales, hacen que las dificultades socio-económicas existentes adquieran una mayor significación y contribuyan a llevar y profundizar el caos de la situación actual.
Los acontecimientos desarrollados demuestran que las clases sociales han encontrado una nueva forma de hacer sentir su participación en las decisiones políticas, la que va más allá del sólo voto popular, reemplazando con hechos insurreccionales populares, pacíficos y violentos, lo que antes venía por la vía de los golpes cívico-militares.
La critica situación política que se viene arrastrando desde hace varios años como consecuencia de una estructura orgánica-funcional sobredimensionada, no adecuadamente consensuada, no comprendida por la dirigencia gobernante, sumado al costo de la política y de los políticos que han puesto en evidencia intereses personales y sectarios, con el agravante de haber sido esta situación reiteradamente denunciada por los sectores sociales y explicitada en las ultimas elecciones de octubre pasado, han constituido, entre otros, los fundamentos básicos de los acontecimientos producidos.
4.- PROBABLE EVOLUCIÓN:
EL Gobierno nacional deberá adoptar las medidas necesarias con la finalidad de recomponer la situación social, política y económica del país, buscando crear condiciones objetivas que favorezcan y contribuyan a la solución de los problemas existentes.
El incumplimiento y la demora en alcanzar esa situación, volverá a transformarse en el detonante de nuevas tensiones conflictivas, que pueden generar hechos de mayor magnitud que los desarrollados, extendiéndose esta situación, a diferentes sectores del país.
