- El niño que fuera ilegalmente apropiado por terroristas -
"El arte de la tergiversación mediática y el oportunismo indigno de Estela Carlotto"
En las ediciones del diario "Clarín" de los días 16 , 17 y 18 de febrero se publican sendas notas sobre un hijo de terroristas desaparecidos.
En la primera noticia los titulares expresan: derechos humanos, recuperación de identidad, un hijo de desaparecidos buscó hasta encontrar a parientes de sus padres. Lo hizo Martín Castro, de 26 años, con la ayuda de sus padres "adoptivos". La búsqueda demandó más de veinte años de averiguaciones, las Abuelas y un caso especial.
El cuerpo de los artículos está redactado en el habitual estilo tendencioso de varios periodistas cuando incursionan en los hechos de los 70' , con los esloganes habituales contrarios a los militares, como queriendo desdibujar los elocuentes hechos que allí mismo relatan. Desbrozando esa maleza dialéctica, las esencias concretas del caso que publican son las siguientes:
No se trató de parientes o militantes de Abuelas que buscaran un hijo de desaparecidos apropiado por militares. Fue al revés, los padres que aquí llaman "adoptivos", Hebe De Pascuale y su marido Marcos Mayta - luego reconocerán que no hubo tal adopción sino una apropiación ilegal con registro como hijo propio - más el propio Martín fueron quienes buscaron a familiares biológicos de los padres desaparecidos.
La denuncia por la desaparición de esos padres jamás había sido realizada hasta el año 2000.
Los padres de Martín, Ruben Castro e Isolina Rocchi, militaban en el terrorismo de izquierda y cuando tuvieron a su hijo "no lo anotaron durante tres años de vida por razones de seguridad", es que vivían clandestinos con los habituales documentos falsos.
El 20 de mayo de 1977, Ruben e Isolina dejaron al niño Martín durmiendo en la casa de unos "compañeros de militancia" y esa misma noche desaparecieron para siempre.
Ese matrimonio de terroristas retiene a Martín, viajando a Rosario y después a Córdoba; en lugar de entregarlo a la familia biológica o a un juez de menores como humana y legalmente correspondía.
Una vez en Córdoba le entregan el chico, de casi tres años, al matrimonio De Pascuale - Mayta, a quienes les dicen que se llamaba Martín, de apellido Castro y que tenía parientes en España, como ellos mismos reconocen ahora al diario.
El padre apropiador Marcos Mayta, relata textualmente: "Mi amigo Armando fue el nexo. Yo a la pareja que vino desde Rosario con ''el Martín'' no la conocía. Nos citamos en el parque Sarmiento. Lo subí al auto y me vine para casa". - O sea que lo recibió en una cita clandestina de las organizaciones.
Tiempo después también desapareció esa pareja intermediaria.
El matrimonio De Pascuale - Mayta se apropia ilegalmente del menor hasta la fecha, pero no le ocultan que es hijo de terroristas desaparecidos y ya crecido lo ayudan a buscar a esos parientes que sabían tenía en España.
El encuentro con su tío en España se produce porque este también estaba averiguando por su suerte y recibe la ayuda de un sindicato español.
La intervención de la agrupación activista 'Abuelas' fue en el último tramo de la búsqueda y secundaria, obviamente no han recuperado a ningún niño robado por militares, se trata de una apropiación ilegal, primero por militantes revolucionarios y luego por civiles - ¿comunes o también militantes? - quienes recién ahora, 23 años después, dan a conocer tales hechos. Recordemos que la democracia volvió hace 18 años, no tienen excusa legal por no haber recurrido ante la justicia.
¿Qué formación le dieron los padres apropiadores? ¿Qué son estos padres? Las mismas palabras de Martín - quien estudia ciencias políticas en la Universidad Católica de Córdoba - despeja incógnitas: "Elegí esta carrera porque quiero ser digno de la herencia, de la militancia y el compromiso que tuvieron ellos. Hay hijos que son médicos porque el padre es médico. Bueno, lo mío es algo así", señala.
En conclusión, así como los hijos de médicos suelen abrazar tal carrera, Martín nos dice que el podría ser militante revolucionario como sus padres biológicos. Nada que agregar al punto.
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Hasta aquí los hechos objetivos, extraídos del mismo diario 'Clarín' en sus tres ediciones, veamos ahora el show de la tergiversación, la acostumbrada manipulación deformante de la historia, una perla más en la sistemática campaña desde de 1984 a la fecha:
>>> El diario "La Voz del Interior" - propiedad del mismo grupo Clarín - lanza su propia versión del episodio y escribe increíblemente: "Martín es el nieto número 71 que las Abuelas encuentran en su minuciosa búsqueda". Así cambia la historia y convierte al niño en un desaparecido que jamás fue; por otro lado las Abuelas no han hallado tampoco a 70 niños apropiados por militares/policías sino mucho menos, no pasan de alrededor de la docena, basta comprar su propio libro, leerlo y hacer una cuenta básica. Otra opción es ver en este sitio la 5ta. Separata del Trabajo de los Menores, está detallado eso caso por caso. Sigue siendo digno de un estudio la capacidad para mistificar de estas mujeres, llegando a desmentir impávidamente sus propios escritos. ¿Todo sea por el Nobel de la Paz y propaganda política?
>>> Un cronista de 'La Nación' - en la reciente nota de tapa del caso Roisimblit - no puede sustraerse a la manía en boga y también dispara al pie, así como al pasar, que "en Córdoba las Abuelas han encontrado el niño número 71".
Por si fuera poco, agrega que "ellas han denunciado más de 300 robos de menores" , cuando la realidad es que solo han denunciado borrosos datos sobre presuntos 194 casos , entre 150 embarazadas capturadas y solo 44 niños ya nacidos. La verdad es que esos ya nacidos aparecieron casi todos y no robados, la verdad también es que el juez Bagnasco pese a sus denodados esfuerzos para mantener la causa en pie, solo procesa hoy por 22 escasos casos en toda esa guerra de 10 años , la verdad además es que tiene en la causa pruebas irrefutables de cientos de niños devueltos por las FFAA a sus familias; devolverlos era el habitual modus operandi, lo realmente sistemático, como plan, como práctica o como se le ocurra llamarlo en la fértil imaginación propagandística de la querella, que el juzgado parece seguir al pie de la letra en sus vaivenes tácticos. El expediente de esa causa es candidato al libreto de una futura película de antología, sobre lo que jamás debe ser una justicia apolítica, imparcial y justa.
>>> En el diario "Los Andes" es la propia Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas - de completamente dudosa "abuelidad", según trataremos en el siguiente Boletín Nro. 27 - quién se suma al coro indigno, los periodistas quizá estén desinformados y pequen de ligereza profesional, lo de ella es deliberado. En el paroxismo de la real caradurés se adjudica haber hallado a Martín y dice que es el 71 que encuentran.
Pero al menos dice allí la verdad en un punto clave: "Para poder mandarlo a Martín y darle cobertura jurídica, los Mayta lo anotaron como hijo propio", aunque siempre le habrían dicho que era hijo de otro matrimonio desaparecido. Claro que este caso no lo denuncian a la justicia, es ideológica la clave, los apropiadores son del terrorismo o afines, y ellas se callarán la boca. La Subsecretaria Conti de DDHH debe conocer todo esto mejor que nosotros y los lectores. ¿Presentará la denuncia judicial? Sobran comentarios.