Amigos todos:
les reenvio una nota de un amigo nuestro, cuya identidad prefiero proteger, que tuvo la valentía de defender la verdad durante un ciclo cultural que nada tenía que ver con lo político, pero que fue aprovechado por los nostálgicos setentistas de siempre. Como dice el Rabino Bergman, lo que estamos viviendo en el país es solo responsabilidad nuestra, por no actuar cuando se debe. Enrique dio muestras de que se puede detener la barbarie, si uno actúa.
Cariños a todos!
LA PELÍCULA DE LA DISCORDIA
El Cónsul de Italia en Bahía Blanca organizó un ciclo de conferencias sobre la ciencia, tecnología y arte italianos y su influencia en el mundo. No sé si es una iniciativa suya o si recibió la orden del Ministerio de RREE de Italia.
Seguí el ciclo desde el comienzo, todo muy bueno: Leonardo da Vinci, Galileo, influencia de la arquitectura italiana en la Argentina y otros países, Guillermo Marconi, historia y cultura del cantón suizo donde se habla italiano (a cargo de un profesor venido de allí), etc, etc, todas exposiciones con debate posterior durante los cuales conversamos mucho con el Cónsul, su esposa (que es rusa y casi no habla pero escucha todo), el Agregado Cultural y su esposa, y un grupo de amantes de la cultura italiana, generándose una corriente de simpatía mutua aunque la mayoría no nos conocíamos de antes.
Todo venía muy bien hasta que el Cónsul anunció que al día siguiente se proyectaría la película ítalo-argentina "Cómplices del silencio" (Marrale, Leirado, y otros actores argentinos e italianos poco conocidos). Es una de las tantas pagadas por los K y muestra a "jovénes idealistas" torturados por un general que un día se levantó malhumorado, "lessa humanidad", "derechos humanos", etc, etc. El Cónsul la presentó como si fuera lo más destacado del cine italiano (como si nunca hubieran existido De Sicca, Ettore Scola, Vitorio Gasmann, Alberto Sordi, Sofía Loren, etc).
Evidentemente, esa película nada tiene que ver con la cultura italiana, sino que es parte de un plan de acción psicológica, cuyo origen debe ser Taiana o el Ministerio de RREE de Italia (en todos lados queda algún marxista infiltrado). Creo que el Cónsul actuó en complimiento de órdenes recibidas, pero parece que también comparte esa ideología setentista, aunque no del todo, está muy dubitativo.
Cuando el Cónsul la anunció, el día anterior a la exhibición, muchos de los concurrentes asiduos al ciclo (no yo) le hicieron saber su desagrado y le pronosticaron que esa exhibición iba a traer problemas. Una señora perteneciente a la colectividad italiana, que se había hecho cargo (ad-honorem) de la difusión y propaganda sobre el ciclo de conferencias, le dijo claramente al Cónsul que le retiraba su colaboración y que haría lo posible para que nadie se entere de esa película. Resultado: no concurrió nadie perteneciente al grupo de asiduos concurrentes, ni nadie realmente interesado en la cultura italiana, excepto yo. Tampoco concurrieron las autoridades del lugar (Confederació n de la Industria y el Comercio de Bahía Blanca), creo que sospecharon que algo iba a ocurrir y no quisieron comprometerse. Pero en cambio concurrieron unas 40 o 50 personas que no habían estado presentes en ninguno de los eventos anteriores de ese ciclo cultural, y resultaron ser integrantes del zurdaje bahiense con sede en la Universidad Nacional del Sur. Llevaron, para que "dé su testimonio", a la hermana de una presunta desaparecida, quien presentó el consabido cuadro de la joven idealista que es secuestrada sin motivo, etc, etc. Terminó llorando, conmovió al público (adicto) que la aplaudió con gran entusiasmo.
Entonces le hice una seña al Cónsul de que yo también quería dar mi testimonio. Me acercó el micrófono sonriente, creyendo que yo iba a aportar algo a su favor como había ocurrido en todos los eventos anteriores. Pero pronto se le borró la sonrisa. Palabras más, palabras menos, dije lo siguiente:
"Señor Cónsul: sabe usted muy bien que he seguido con sumo interés y he aprendido mucho en este ciclo de exposiciones sobre la cultura italiana, y en reciprocidad espero que me permita hacerle conocer a usted algo sobre la Argentina " (hasta aquí el Cónsul seguía sonriente e hizo un gesto de asentimiento) .
"Habrá notado usted el cambio de público: nadie de los asiduos concurrentes anteriores está hoy presente, y los que hoy están aquí nunca estuvieron antes. Pues sepa usted, que recién ha llegado a este país y por eso aún no lo conoce bien, que esto es un reflejo de la sociedad argentina: está profundamente dividida, y nos encaminamos a una nueva guerra civil en la cual usted, sin proponérselo, se ha involucrado, creo que sorprendido en su fuena fé, al presentar esta película como si fuera la verdad histórica.
Pero la verdad es otra. Nunca existieron "inocentes jóvenes idealistas", sino guerrilleros adiestrados en Cuba o en Argelia para imponer en la Argentina, mediante el terrorismo, un régimen marxista-leninista, totalmente contrario a su tradición, a su idiosincracia y a su Constitución Nacional ..... "
Aquí el público comenzó a increparme, pero el Cónsul logró calmarlos diciendo: "Si somos realmente democráticos, no debemos impedir que otro exponga su opinión, aunque no nos guste, a su turno hablarán también ustedes".
Entonces continué:
"Todo comenzó en 1969, en la Conferencia de La Habana, bajo el patrocinio de la entonces poderosísima Unión Soviética. Como parte de la Guerra Fría, los líderes del mundo marxista adoptaron esa decisión de difundir su doctrina mediante la lucha armada y el terrorismo, y la llevaron a la práctica apoyando a los grupos terroristas con adiestramineto, armas, dinero, y sobre todo propaganda que aún perdura.
Tampoco es cierto lo del "golpe contra la democracia en marzo de 1976", sino que antes de esa fecha, un goberno democráticamente elegido en 1973 ordenó a las Fuerzas Armadas que aniquilaran a esas organizaciones terroristas, y las Fuerzas Armadas cumplieron esa orden. No hubo "Golpe de Estado contra la democracia" en marzo de 1976, sino simplemente ocupación de un vacío de poder, que era lo que reclamaban todos los medios, escritores famosos y políticos de la época, le haré llegar los documentos que lo demuestran. "
Aquí el público comenzó a gritar improperios y a ponerse de pié, y el Cónsul, con cara de asustado, me hizo seña de que pare, pero continué:
"Antes de terminar deseo hacerle conocer algunas cifras que el gobierno oculta y por eso usted, Señor Cónsul, todavía no conoce: 6.700 millones de dólares pagamos entre todos los argentinos para financiar películas como ésta y otras actividades de los marxistas del 70 que aún siguen la lucha por otros medios. Esta cifra resulta de multiplicar los 220.000 dólares que el gobierno paga a la familia de cada presunto desaparecido, por 30.000 que dicen que desaparecieron, aunque sólo fueron entre 5 y 7 mil. Las familias sólo cobran la mitad, el 25% va para los abogados (obviamente, amigos del gobierno K, que se están enriqueciendo) y el otro 25 % para "aceitar" este sistema corrupto en el que hay muchos jueces y otros funcionarios involucrados"
No pude seguir, se me vinieron todos encima gritándome "Asesino" "Facho" y cosas por el estilo, algunos saltando por sobre las sillas que tenían delante, pero sin ningún amago de agresión física, sólo gritos. La hermana de la presunta desaparecida se puso histérica y gritaba a voz en cuello "Quiero que la Marina me devuelva a mi hermana" (no sé por qué se refirió a "la Marina", porque el hecho habría ocurrido en la zona de responsabilidad del 5º Cuerpo de Ejército, no sé si atribuirlo a que me tienen fichado, o fué "por la pinta", o por la fama que se ganó la ESMA a la cual le atribuyen cualquier cosa).
El Cónsul (a quien devolví el micrófono) reclamaba "Calma, calma" pero nadie le hacía caso. Opté por seguir conversando personalmente con el Cónsul y el Agregado Cultural. El Cónsul trató de explicarme que esa película no era ajena a la cultura italiana porque Italia siempre se había distinguido por su respeto por los derechos humanos, y que no es lo mismo el terrorismo común que el terrorismo de Estado, que en Italia el terrorismo se combatió con la Ley y eso debe ser mostrado como un ejemplo al mundo, etc. Argumentos muy "traídos de los pelos", que preferí no refutar en ese momento, pero le propuse seguir conversando privadamente sobre estos temas y hacerle llegar la información que evidentemente le faltaba. El Cónsul aceptó a regañadientes, pero el Agregado Cultural se mostró especialmente interesado en seguir conversando.
Mientras tanto, los zurdos siguieron cruzando opiniones entre ellos, de viva voz. Escuché frases como " estos tipos no aprenden nada", "siguen como hace 30 años" (en esto tienen razón, y es aplicable también a ellos), "El gobierno no está haciendo nada para frenar a los fachos", etc.
El volumen fué bajando, muchos comenzaron a retirarse. Otros, ya más tranquilos, lo llamaron aparte al Cónsul para contarle no sé qué cosas, mientras yo seguí mi conversación con el Agregado Cultural hasta que, cuando ya no quedaba casi nadie, nos despedimos muy cordialmente con los tanos pese al escándalo que acababa de ocurrir, pareciera que no me atribuyeron la responsabilidad a mí sino a ellos mismos.
CONCLUSIONES:
1 - Es imposible convencer a los zurdos, pero es relativamente fácil arruinarles actos, están acostrumbrados a que nadie se les oponga y todos los aplaudan.
2 - La vieja regla diplomática de no inmiscuirse en los asuntos internos de otros países ya no se cumple, el Cónsul de Italia evidentemente cometió esta falta. Otro ejemplo: Brasil presta su embajada en Honduras a uno de los que está disputando el poder en ese país. Y ni hablar de las pifiadas K con respecto a Uruguay. La regla ahora parece ser: "Un país relativamente grande se puede inmiscuir en los asuntos internos de otro más chico".
3 - Invité a concurrir a conductores de programas de FM que me consta comparten mis ideas, pero ninguno apareció. Creo que tienen miedo.
les reenvio una nota de un amigo nuestro, cuya identidad prefiero proteger, que tuvo la valentía de defender la verdad durante un ciclo cultural que nada tenía que ver con lo político, pero que fue aprovechado por los nostálgicos setentistas de siempre. Como dice el Rabino Bergman, lo que estamos viviendo en el país es solo responsabilidad nuestra, por no actuar cuando se debe. Enrique dio muestras de que se puede detener la barbarie, si uno actúa.
Cariños a todos!
LA PELÍCULA DE LA DISCORDIA
El Cónsul de Italia en Bahía Blanca organizó un ciclo de conferencias sobre la ciencia, tecnología y arte italianos y su influencia en el mundo. No sé si es una iniciativa suya o si recibió la orden del Ministerio de RREE de Italia.
Seguí el ciclo desde el comienzo, todo muy bueno: Leonardo da Vinci, Galileo, influencia de la arquitectura italiana en la Argentina y otros países, Guillermo Marconi, historia y cultura del cantón suizo donde se habla italiano (a cargo de un profesor venido de allí), etc, etc, todas exposiciones con debate posterior durante los cuales conversamos mucho con el Cónsul, su esposa (que es rusa y casi no habla pero escucha todo), el Agregado Cultural y su esposa, y un grupo de amantes de la cultura italiana, generándose una corriente de simpatía mutua aunque la mayoría no nos conocíamos de antes.
Todo venía muy bien hasta que el Cónsul anunció que al día siguiente se proyectaría la película ítalo-argentina "Cómplices del silencio" (Marrale, Leirado, y otros actores argentinos e italianos poco conocidos). Es una de las tantas pagadas por los K y muestra a "jovénes idealistas" torturados por un general que un día se levantó malhumorado, "lessa humanidad", "derechos humanos", etc, etc. El Cónsul la presentó como si fuera lo más destacado del cine italiano (como si nunca hubieran existido De Sicca, Ettore Scola, Vitorio Gasmann, Alberto Sordi, Sofía Loren, etc).
Evidentemente, esa película nada tiene que ver con la cultura italiana, sino que es parte de un plan de acción psicológica, cuyo origen debe ser Taiana o el Ministerio de RREE de Italia (en todos lados queda algún marxista infiltrado). Creo que el Cónsul actuó en complimiento de órdenes recibidas, pero parece que también comparte esa ideología setentista, aunque no del todo, está muy dubitativo.
Cuando el Cónsul la anunció, el día anterior a la exhibición, muchos de los concurrentes asiduos al ciclo (no yo) le hicieron saber su desagrado y le pronosticaron que esa exhibición iba a traer problemas. Una señora perteneciente a la colectividad italiana, que se había hecho cargo (ad-honorem) de la difusión y propaganda sobre el ciclo de conferencias, le dijo claramente al Cónsul que le retiraba su colaboración y que haría lo posible para que nadie se entere de esa película. Resultado: no concurrió nadie perteneciente al grupo de asiduos concurrentes, ni nadie realmente interesado en la cultura italiana, excepto yo. Tampoco concurrieron las autoridades del lugar (Confederació n de la Industria y el Comercio de Bahía Blanca), creo que sospecharon que algo iba a ocurrir y no quisieron comprometerse. Pero en cambio concurrieron unas 40 o 50 personas que no habían estado presentes en ninguno de los eventos anteriores de ese ciclo cultural, y resultaron ser integrantes del zurdaje bahiense con sede en la Universidad Nacional del Sur. Llevaron, para que "dé su testimonio", a la hermana de una presunta desaparecida, quien presentó el consabido cuadro de la joven idealista que es secuestrada sin motivo, etc, etc. Terminó llorando, conmovió al público (adicto) que la aplaudió con gran entusiasmo.
Entonces le hice una seña al Cónsul de que yo también quería dar mi testimonio. Me acercó el micrófono sonriente, creyendo que yo iba a aportar algo a su favor como había ocurrido en todos los eventos anteriores. Pero pronto se le borró la sonrisa. Palabras más, palabras menos, dije lo siguiente:
"Señor Cónsul: sabe usted muy bien que he seguido con sumo interés y he aprendido mucho en este ciclo de exposiciones sobre la cultura italiana, y en reciprocidad espero que me permita hacerle conocer a usted algo sobre la Argentina " (hasta aquí el Cónsul seguía sonriente e hizo un gesto de asentimiento) .
"Habrá notado usted el cambio de público: nadie de los asiduos concurrentes anteriores está hoy presente, y los que hoy están aquí nunca estuvieron antes. Pues sepa usted, que recién ha llegado a este país y por eso aún no lo conoce bien, que esto es un reflejo de la sociedad argentina: está profundamente dividida, y nos encaminamos a una nueva guerra civil en la cual usted, sin proponérselo, se ha involucrado, creo que sorprendido en su fuena fé, al presentar esta película como si fuera la verdad histórica.
Pero la verdad es otra. Nunca existieron "inocentes jóvenes idealistas", sino guerrilleros adiestrados en Cuba o en Argelia para imponer en la Argentina, mediante el terrorismo, un régimen marxista-leninista, totalmente contrario a su tradición, a su idiosincracia y a su Constitución Nacional ..... "
Aquí el público comenzó a increparme, pero el Cónsul logró calmarlos diciendo: "Si somos realmente democráticos, no debemos impedir que otro exponga su opinión, aunque no nos guste, a su turno hablarán también ustedes".
Entonces continué:
"Todo comenzó en 1969, en la Conferencia de La Habana, bajo el patrocinio de la entonces poderosísima Unión Soviética. Como parte de la Guerra Fría, los líderes del mundo marxista adoptaron esa decisión de difundir su doctrina mediante la lucha armada y el terrorismo, y la llevaron a la práctica apoyando a los grupos terroristas con adiestramineto, armas, dinero, y sobre todo propaganda que aún perdura.
Tampoco es cierto lo del "golpe contra la democracia en marzo de 1976", sino que antes de esa fecha, un goberno democráticamente elegido en 1973 ordenó a las Fuerzas Armadas que aniquilaran a esas organizaciones terroristas, y las Fuerzas Armadas cumplieron esa orden. No hubo "Golpe de Estado contra la democracia" en marzo de 1976, sino simplemente ocupación de un vacío de poder, que era lo que reclamaban todos los medios, escritores famosos y políticos de la época, le haré llegar los documentos que lo demuestran. "
Aquí el público comenzó a gritar improperios y a ponerse de pié, y el Cónsul, con cara de asustado, me hizo seña de que pare, pero continué:
"Antes de terminar deseo hacerle conocer algunas cifras que el gobierno oculta y por eso usted, Señor Cónsul, todavía no conoce: 6.700 millones de dólares pagamos entre todos los argentinos para financiar películas como ésta y otras actividades de los marxistas del 70 que aún siguen la lucha por otros medios. Esta cifra resulta de multiplicar los 220.000 dólares que el gobierno paga a la familia de cada presunto desaparecido, por 30.000 que dicen que desaparecieron, aunque sólo fueron entre 5 y 7 mil. Las familias sólo cobran la mitad, el 25% va para los abogados (obviamente, amigos del gobierno K, que se están enriqueciendo) y el otro 25 % para "aceitar" este sistema corrupto en el que hay muchos jueces y otros funcionarios involucrados"
No pude seguir, se me vinieron todos encima gritándome "Asesino" "Facho" y cosas por el estilo, algunos saltando por sobre las sillas que tenían delante, pero sin ningún amago de agresión física, sólo gritos. La hermana de la presunta desaparecida se puso histérica y gritaba a voz en cuello "Quiero que la Marina me devuelva a mi hermana" (no sé por qué se refirió a "la Marina", porque el hecho habría ocurrido en la zona de responsabilidad del 5º Cuerpo de Ejército, no sé si atribuirlo a que me tienen fichado, o fué "por la pinta", o por la fama que se ganó la ESMA a la cual le atribuyen cualquier cosa).
El Cónsul (a quien devolví el micrófono) reclamaba "Calma, calma" pero nadie le hacía caso. Opté por seguir conversando personalmente con el Cónsul y el Agregado Cultural. El Cónsul trató de explicarme que esa película no era ajena a la cultura italiana porque Italia siempre se había distinguido por su respeto por los derechos humanos, y que no es lo mismo el terrorismo común que el terrorismo de Estado, que en Italia el terrorismo se combatió con la Ley y eso debe ser mostrado como un ejemplo al mundo, etc. Argumentos muy "traídos de los pelos", que preferí no refutar en ese momento, pero le propuse seguir conversando privadamente sobre estos temas y hacerle llegar la información que evidentemente le faltaba. El Cónsul aceptó a regañadientes, pero el Agregado Cultural se mostró especialmente interesado en seguir conversando.
Mientras tanto, los zurdos siguieron cruzando opiniones entre ellos, de viva voz. Escuché frases como " estos tipos no aprenden nada", "siguen como hace 30 años" (en esto tienen razón, y es aplicable también a ellos), "El gobierno no está haciendo nada para frenar a los fachos", etc.
El volumen fué bajando, muchos comenzaron a retirarse. Otros, ya más tranquilos, lo llamaron aparte al Cónsul para contarle no sé qué cosas, mientras yo seguí mi conversación con el Agregado Cultural hasta que, cuando ya no quedaba casi nadie, nos despedimos muy cordialmente con los tanos pese al escándalo que acababa de ocurrir, pareciera que no me atribuyeron la responsabilidad a mí sino a ellos mismos.
CONCLUSIONES:
1 - Es imposible convencer a los zurdos, pero es relativamente fácil arruinarles actos, están acostrumbrados a que nadie se les oponga y todos los aplaudan.
2 - La vieja regla diplomática de no inmiscuirse en los asuntos internos de otros países ya no se cumple, el Cónsul de Italia evidentemente cometió esta falta. Otro ejemplo: Brasil presta su embajada en Honduras a uno de los que está disputando el poder en ese país. Y ni hablar de las pifiadas K con respecto a Uruguay. La regla ahora parece ser: "Un país relativamente grande se puede inmiscuir en los asuntos internos de otro más chico".
3 - Invité a concurrir a conductores de programas de FM que me consta comparten mis ideas, pero ninguno apareció. Creo que tienen miedo.