CFK El inconsciente la condenó
La costumbre de dar respuestas cortantes le jugó una mala pasada a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Genia”, le gritó desde la platea un simpatizante de su gobierno durante un acto en la Biblioteca Nacional. Cristina ni lo pensó y soltó una comparación brutal.
“Si fuera genia, haría desaparecer a algunos como hacen los genios. Pero soy mortal y estoy orgullosa de eso”, contestó. La rectificación no tardó en llegar. Segundos más tarde notó el desacierto de utilizar la palabra “desaparición” vinculada a los trágicos secuestros y muertes durante la última dictadura, y reconsideró su discurso, aunque sin admitir su tropiezo.
“Jamás haría desaparecer a nadie. Ya hubo demasiados desaparecedores de niños que todavía buscamos y seguiremos buscando”, dijo, como si no hubiese sido ella misma quien había arrojado la frase desafortunada. Salió del enredo y cambió de tema.
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“Si fuera genia, haría desaparecer a algunos como hacen los genios. Pero soy mortal y estoy orgullosa de eso”, contestó. La rectificación no tardó en llegar. Segundos más tarde notó el desacierto de utilizar la palabra “desaparición” vinculada a los trágicos secuestros y muertes durante la última dictadura, y reconsideró su discurso, aunque sin admitir su tropiezo.
“Jamás haría desaparecer a nadie. Ya hubo demasiados desaparecedores de niños que todavía buscamos y seguiremos buscando”, dijo, como si no hubiese sido ella misma quien había arrojado la frase desafortunada. Salió del enredo y cambió de tema.
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