LA MASACRE DE EZEIZA
El presente relato de los hechos sobre “LA MASACRE DE EZEIZA” es una síntesis del desarrollo de los acontecimientos llevados a cabo el 20 de junio de 1973, en cercanías del Aeropuerto Internacional de Ezeiza con motivo de la llegada al país del ex Presidente J. D. PERÓN.
Si tuviéramos que definir los acontecimientos de EZEIZA, que nos llevan a poner el titulo de “LA MASACRE DE EZEIZA” , tendríamos que decir que fue un acontecimiento que llevó a enfrentar a dos fuerzas importantes de organizaciones revolucionarias como lo fueron “MONTONEROS” y el “Partido Revolucionario de los Trabajadores” a través de su brazo armado el “Ejército Revolucionario del Pueblo”, en la pugna por lograr la supremacía del poder, frente a un futuro que se iniciaba, precisamente con la llegada de Perón al país, para cumplir con el acuerdo pactado de “CAMPORA al Gobierno- PERÓN al Poder”
Ambas fuerzas, como se verá en el relato, y en las conclusiones finales, llevaron al acto a un enfrentamiento político-ideológico revolucionario, que costó la vida a muchos argentinos y que dio comienzo a una nueva etapa trágica de lo que fue la “década del 70”
INTRODUCCIÓN.
El definitivo regreso de Perón el 20 de junio de 1973, dio origen a un acontecimiento que por su magnitud, trascendencia, resultado y derivaciones posteriores, lo proyecta como uno de los hechos más significativos de “la dÈcada del 70”.
El 14 de junio partió rumbo a Madrid el avión, llevando a un apreciable numero de funcionarios para reunirse con el Presidente Cámpora, que ya se encontraba allí, a los efectos de formar la comitiva de Perón en su regreso al país.
Mientras tanto, en la Argentina, desde el día anterior a la llegada, la movilización popular programada comenzó a trasladarse al lugar elegido para la recepción, acampando en las proximidades del palco preparado. Asimismo, desde el interior del país, esta movilización comenzó varios días antes, confluyendo, a través de varios cientos de micros que llegaron a distintos sectores de concentración, completándose por varias frecuencias especiales de movimientos ferroviarios que arribaron a las terminales de Retiro, Constitución y Federico Lacroce.
Esta gran multitud, unida por el apoyo a su líder -PERÓN- y mezclada con organizaciones subversivas, posibilitaron que los episodios ocurridos en proximidades del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, fueran de tanta gravedad, que su resultado provocó una gran cantidad de muertos y una mayor cantidad de heridos, que hasta el presente no se ha podido ni se podrá cuantificar. Su desarrollo fue de una variedad de acontecimientos, que el resultado de dichas acciones comenzaron a producir, en el campo de la política nacional, un significativo cambio en la vida del país.
Fue un verdadero combate, con una organización detallada y un visible despliegue de armamentos poderosos, frente a una multitud que, sin entender lo que ocurría, pugnaba atónita para ponerse a resguardo del tiroteo.
Frente a los sucesos que estaban sucediendo, la aeronave fue desviada al Aeropuerto Militar de Morón, lejos del escenario que se había preparado para su retorno triunfal, el que se había convertido en un campo de batalla entre grupos antagónicos, de organizaciones de derecha y de izquierda, mezclados entre varios miles de inocentes concurrentes.
A los efectos de poder realizar una descripción clarificadora de los hechos, seguiremos el proceso a través de un esquema lo más ordenado posible, recogiendo informaciones periodísticas, artículos inmediatos posteriores, comentarios y opiniones de diversos dirigentes y políticos de la época.
1.- LA CONCENTRACIÓN.
La concentración se realizó a través de la llegada de varias caravanas que fueron arribando, en general en forma ordenada, a partir del atardecer del día anterior, desde distintos lugares del país, alcanzando su mayor afluencia en las primera horas del 20 de junio.
La zona seleccionada estaba comprendida por el cruce de la Autopista General Richeri y la Ruta Provincial 205, (ver croquis adjuntos) habiéndose ubicado el palco oficial sobre el puente de la citada ruta sobre el camino de la autopista. El palco oficial fue modificado en su estructura a partir de las 10.30 hs., lo que estuvo a cargo de una cuadrilla al que se le colocó en el frente vidrios blindados de color verde claro y cuyo espesor podría calcularse en cinco centímetros . Además su parte inferior estaba forrado por planchas de metal color celeste y el techo de lona verde sujeto por caños tubulares.
La concentración fue realizada con un detallado programa de transporte desde las terminales ferroviarias, con la presencia de gran cantidad de micros encargados del transportes a la zona prevista para el acto. Otros vehículos recorrieron las unidades básicas en la que se sumaron más simpatizantes. En cada uno de los vehículos viajaba un miembro responsable perteneciente al movimiento peronista.
Al promediar la mañana del 20, ya resultaba imposible llegar a la zona central del acto sin la autorización oficial, colocada en el parabrisas del vehículo, o sin un documento que permitiera el ingreso a la cabecera de la autopista por la entrada a la localidad de Ezeiza del tramo de la Ruta 205. Las entradas a esa “área oficial” estaban celosamente custodiada por miembros de la Juventud Peronista (JP), quedando más tarde cerrados todos los accesos.
Las organizaciones FAR y MONTONEROS, creían que la concentración de Ezeiza desequilibraría, ante los ojos de Perón, la pugna que los enfrentaba con la rama política tradicional (J P) y la sindical. Cuando el ex Presidente observara la capacidad de movilización de la Juventud Peronista y de las formaciones especiales, que habían forzado al régimen castrense a conceder elecciones, se pronunciaría en su favor y le haría un lugar a su lado en la conducción. Solo debían repetir el 20 de junio lo que ocurrió el 25 de mayo
La Columna que venía del sur agrupaba gente de Bahía Blanca, Mar del Plata, La Plata, Berisso, Ensenada, Lanús, Avellaneda, Quilmes, Monte Grande, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Esteban Echeverría y Valentín Alsina. Su conducción se desplazaba en un jeep, cuyos ocupantes tenían armas cortas, calibres 22 y 32 y algunos 38.
En la columna marchaban muchas mujeres y niños. Los del sur del Gran Bs. As. Se reunieron con los de La Plata y del sur de la Provincia. La consigna era no dispersarse, ir tomados de las manos, impedir el ingreso de desconocidos y evitar provocaciones.
Los distintos grupos conformaron la Columna definitiva sobre la ruta 205 y Av. Jorge Newbery, de acceso al Aeropuerto. De ahí siguieron tratando de ignorar la orden que impedía acceder a la zona por detrás del palco.
Cerca del mediodía, desde el palco oficial hacia la Capital Federal, la concurrencia estaba distribuida sobre la doble calzada de la Avenida Richeri y también en los prados y en los sectores arbolados adyacentes -bosques- donde se improvisaban meriendas, asados y pequeños campamentos.
A medida que se aproximaba la hora de llegada del Gral. Perón y del Presidente Cámpora, la multitud se iba desplazando lentamente hacia la plazoleta central donde se había establecido un lugar para el aterrizaje del helicóptero, que desde el aeropuerto debía trasladar a las autoridades. Toda el área quedo cubierta de por un bosque de banderas nacionales, cartelones con referencia a distintas zonas, estandartes, etc.
La espera fue matizada por cánticos políticos, marchas y slogans, tales como: “Se siente, se siente Perón-Evita la patria socialista”; “Lanusse-Lanusse, el pueblo te saluda ..la p...que te p...” y otras de mayor envergadura ofensiva.
Todos los contingentes que se desplazaban demostraban, a pesar de los días pasados para algunos y de las horas para otros, una gran algarabía en el trayecto al lugar de la concentración, cantando estribillos y cancines, acompañadas por bocinas, bombos y cornetas, desplegando banderas al costado de los vehículos sujetas desde las ventanillas. Ya, sobre la Gral. Paz y en el trayecto sobre la autopista Richeri resultaba lento y difícil el tránsito vehicular por la gran cantidad de público que hacía su avance a pie, a tal punto que a partir de las 09.00, desde la Gral. Paz y Richeri todos abandonaron los vehículos avanzando directamente a píe. Allí los concurrentes se agruparon por lugares o zonas de origen o tendencias formando una imponente columna humana que cubría todas las manos de la autopista y gran parte de las sendas laterales.
TambiÈn desde la altura del Puente 12, a las 10.30 hs., y desde el lugar donde está el Destacamento Motorizado de la Policía de la Provincia. Bs. As., avanzaron hacia la Autopista Richeri verdaderos “ríos humanos” portando carteles de más de 20 m. Con la leyenda “Montoneros” así como numerosos estandartes negros con letras rojas de la J.P.
A medida que se avanzaba hacia el palco, la marcha se hacia cada vez más lenta, pudiéndose apreciar una masa compacta humana en las inmediaciones del puente sobre el Río Matanzas en las cercanías de la cuidad Gral. Belgrano.
2.- INCIDENTES.
Uno de los primeros incidentes producidos se registró en proximidades del palco oficial a las 03.00hs. De acuerdo con las versiones recogidas un grupo de jóvenes comenzó a corear la consigna “Perón Evita la patria socialista” dando lugar a que otros grupo respondieran gritando “Perón Evita la patria peronista” En ese instante se produjeron disparos de armas de fuego, resultando heridas varias personal que fueron trasladadas al Policlínico de Ezeiza.
La noche transcurrió sin mayores problemas. Al promediar la mañana, reinando absoluta calma, un cronista de “Asociated Press”, fue obligado, por un joven, que le apuntó con un arma, a entregar su equipo portátil de transmisión, con la consigna de que sería “devuelto luego”. También se produjeron algunas manifestaciones de violencia en proximidades del palco oficial, tratando de evitar el ingreso al mismo.
A las 10.00 hs. la acción de grupos, que custodiaban el lugar, a órdenes del Tcnl. Osinde y que pugnaban por acercarse al palco, originó un incidente intercambiándose golpes, patadas y cachiporrazos, resultando numerosos contusos y heridos, algunos por armas de fuego.
A las 10.50 hs. llegó el Gobernador de la provincia de Bs. As. Dr. Bidegain y el Gobernador y el Vicegobernador de Córdoba Dr. Obregón Cano y Atilio López respectivamente. Si bien en el lugar, en ese momento reinaba la calma, la tensión era muy grande debido a las versiones que circulaban en el sentido de que en cualquier momento podrían producirse nuevos tiroteos.
Cuando a las 14.00 hs. Y desde la ruta 205 llegaron al palco contingentes que portaban cartelones del FAR, Montoneros y ERP 22 de Agosto, la tensión se acrecentó ya que los integrantes de la J. P. y Juventud Sindical no pudieron evitar su descontento con la llegada de aquellos. Esta columna fue recibida por los guardianes del palco con ráfagas de ametralladoras (ver cuadro 2). Esta situación continuo con grupos de dispararos que fueron orientados hacia la zona del Hogar Escuela donde se habían refugiados personas de los grupos subversivos que desde dicho lugar también disparaban contra el palco (ver cuadro 3)
Aproximadamente a las 14.30 hs., tras haber voceado los grupos antagónicos “la patria peronista” y “la patria socialista”, se produjo un intenso tiroteo. Desde el palco oficial se respondió a una agresión que provenía de un bosque situado a unos 100 metro del lugar. El tiroteo incluía armas largas, algunas con miras telescópicas, carabinas, escopetas de caño recortado, ametralladoras y pistolas. Algunos manifestantes pedían cordura a travÈs de los altavoces..
La multitud que rodeaba el palco comenzó a cantar “ni yankis ni marxistas - peronistas”, corriendo sobre distintas direcciones en búsqueda de refugio detrás de los vidrios blindados colocados en el palco oficial para la seguridad de Perón.
El grupo que estaba en el bosque, en proximidades del Hogar Escuela, al darse la orden de retirada ocupó algunos vehículos para eludir la persecución. Uno de los agresores fue identificado y atrapado por el comando de vigilancia y arrastrado del pelo, al palco oficial, donde fue severamente castigado. Algunos exigieron que fuera linchado. Otro grupo se encaramo a la torre que sostenía los parlantes con el propósito de destruirlos. Al ser advertidos fueron obligados a descender a golpes y patadas, cayendo uno de ellos de gran altura y falleciendo en el acto; otros resultaron gravemente heridos.
Durante estos episodios no se vio actuar a la policía la que se alejo del palco al producirse los incidentes relatados, volviendo a renacer la calma. En ese período que duró entre 45/50 minutos se produjeron más de un centenar de disparos.
Cuando faltaban 20 minutos para la hora prevista de llegada de Perón a Ezeiza, se pudo notar que varios jóvenes se habían trepado a varios árboles de gran altura a poca distancia del palco oficial. Observando ese detalle, el Tcnl Osinde ordenó, a travÈs de un locutor, que descendieran de inmediato. Al no cumplir con prontitud la orden,, siendo ya las 16.30 hs. se ordenó efectuar disparos al aire para amedrentarlos. Esta acción fue repelida por esos franco tiradores produciÈndose una gran confusión y las consiguientes corridas, lo cual originó varios heridos producidos por los disparos de los grupos enfrentados.
Ambulancias y automotores fueron encargados de trasladar a los numerosos heridos y contusos, dando la sensación de que los acontecimientos eran muy graves por la cantidad de heridos y bastantes muertos.
A las 16.55 hs. El locutor oficial Leonardo Favio trasmitía por los altavoces que el avión que conducía a Perón acababa de aterrizar en el aeropuerto militar de Morón. Se produjo un gran bullicio general y de inmediato se reanudaros los tiroteos.
Cerca de las 18.00 hs. , arreció el tiroteo sobre el palco y sus proximidades, afectando tambiÈn a periodistas. Músicos, operadores de medios de comunicación y televisivas. El Actor L. Favio trataba de reclamar tranquilidad por los altavoces mientras los violentos esgrimían armas a la vista, cortas y largas, ametralladoras, cachiporras, caños y cadenas. ( Estos hechos fueron seguidos por varios tiroteos, produciendo igualmente heridos y muertos, entre los que se encontraban algunas mujeres jóvenes que eran trasladas al hospital del barrio Esteban Echeverría. ( Ver archivo de imágenes)
En más de una decena de oportunidades se pudo observar la detención de sospechosos por parte de la J.P. y Sindical. En casi todos ellos se pudieron encontrar armas y cuando no podían ser identificados a que organización pertenecían se los trasladaba en una ambulancia a la zona boscosa donde eran tratados duramente y desde donde se escuchaban tambiÈn una gran cantidad de disparos.
Personal de custodia de algunos dirigentes, se dirigieron por parlantes al público, informando que se había dado muerte, en el bosque, a varios francotiradores. Los manifestantes recibieron la noticia con vivas expresiones de censura a los “comunistas y trostkistas”, entonando una marcha partidaria.
Faltaban pocos minutos para las 19.00 hs., cuando prácticamente comenzó una desconcentración parcial, que luego alcanzó una mayor intensidad. Todo ello se realizaba con estribillos y golpes de bombos, mientras que una media docena de helicópteros volaban sobre la zona, iluminando el área con potentes reflectores
En las primeras horas de la noche, proseguían los tiroteos en toda la zona. Se afirmaba además que dentro del palco oficial se habían linchado a varios prisioneros.
A las 20.00 hs. se tuvo conocimiento que por intermedio de altavoces del ERP y Montoneros, incitaban a la multitud a reunirse en la cancha de VÈlez Sárfield, para exigir la toma del poder por Perón, lo que no prosperó.
3.- BAJAS.
Como resultado de estos incidentes, la estimación de muertos y heridos fue la siguiente:
-Bajas según información periodística: Heridos: más de 100 Muertos : 13
-Extraoficialmente: Heridos: 354 Muertos: 25
Al caer la tarde, se tuvo conocimiento que un grupo bastante numeroso de personas habían sido detenidas en el Hotel Internacional de Ezeiza, habiendo sido interrogadas por el Tcnl. Osinde.
A pesar de las investigaciones producidas, nunca se pudo llegar a determinar fehacientemente la cifra real de los muertos y heridos producidos, quedando todo ello en el plano de las conjeturas.
Los hospitales de Ezeiza, Policlínico de Lanús, Hospital Salaberry, Hospital Piñeiro, Hospital Municipal Santojanni, Instituto de Cirugía de Haedo, Policlínica Posadas, Hospital Lucio MelÈndez de AdroguÈ, entre otros, recibieron hasta altas horas de la noche del 20 de junio a heridos en distintos grados de gravedad.
4.- CONSIDERACIONES FINALES.
Según fuentes peronistas, el origen debe buscarse a travÈs del enfrentamiento de la Juventud Peronista y de la Juventud Sindical, manejadas por el secretario General de la CGT José I. Rucci, con las organizaciones subversivas ERP y Montoneros.
La actitud de J. D. Perón ante todos estos acontecimientos, es el centro del tabú que rodea a “la Masacre de Ezeiza”. Durante la campaña de electoral el justicialismo usó como consigna principal: ”Cámpora al Gobierno - Perón al Poder”. Sobran los elementos de juicio para afirmar que Perón siempre se propuso llevarla a la práctica. El ex Presidente deseaba ser candidato de su partido, pero el rÈgimen militar sancionó la cláusula proscriptiva: “Sólo podrían serlo los que estuvieran en el país antes del 25 de agosto de 1972, a la que Lanusse agregó su cÈlebre veredicto: “A Perón no le da el cuero para regresar al país”.
Ante esta situación, Perón desistió de su deseo y nombró a Cámpora como candidato. El sentido de esta designación fue transparente: el candidato era Perón, a travÈs de su delegado. El 1 de abril, en París, Mario Cámpora se entrevistó con Perón para coordinar los detalles de su regreso al país y su participación en los actos del 25 de mayo. Dijo Perón: “Yo no quiero quitarle el show al Dr. Cámpora. Voy a ir después y entonces el balcón va a ser para mi”, le respondió Perón. Efectivamente esto ocurrió y Cámpora asumió el gobierno el 25 de mayo.
El 4 de julio, en la residencia de Gaspar Campos, Cámpora confirmó su decisión de renunciar “Yo siempre he estado a disposición de mi pueblo” le respondió Perón. Horas después Cámpora anunció al gabinete su alejamiento.
Referente a los enfrentamientos, estos se inician cuando las organizaciones revolucionarias mencionadas comienzan a llegar al palco oficial, pretendiendo desplazar a la J. P. para hacerse cargo del acto.
La intención de las bandas subversivas era tratar de volcar el apoyo de la gran masa de la gente concentrada, para llevar a cabo un movimiento, que permitiera, en lo inmediato, la toma del poder por parte del Gral. Perón, lo que no pudo lograrse.
Independientemente de este enfrentamiento, las propias bandas subversivas - ERP y MONTONEROS -, se enfrentaron entre sí, en busca de un predominio, que a la postre resultó la generación de una mayor violencia, arrastrando a una población inocente y totalmente ajena a esas intenciones
Resulta indudable que el desvío del avión al Aeropuerto Militar de Morón, fue una idea acertada, la que surgió de las comunicaciones mantenidas entre el Vicepresidente Vicente Solano Lima, que desde un lugar cercano al lugar del hecho, mantenía informado al Presidente Cámpora, en el avión.
La multitud destacó con su conducta, una gran desazón, por no haber podido homenajear a Perón, en el momento de su regreso definitivo al país.
Atribuyen las culpas al ministro del interior Dr. Righi, por no haber arbitrado los medios para asegurar un adecuado control y una organización más controlada para la estructuración del acto. La seguridad, que debía ser solidaria entre la Policía Federal (Tcnl. Osinde) y la de la Pcia. de Bs.As. (Julio Troxler que apoyaba a los guerrilleros), no proporcionó el necesario control, dejando su desarrollo en manos del la J P. bajo el comando del dirigente Brito Lima.
Coronica relatada por la revista Viva del Díario Clarín
(Para leer ampliar haciendo clic en las fotos)
DOCUMENTOS AGREGADOS.
DESDE EL MARTES POR LANOCHE COMENZÓ A LLEGAR PÚBLICO A LA AUTOPISTA. (Diario La Prensa 21 de junio de 1973).
Durante la madrugada y la mañana de ayer, continuaron llegando incesantemente a los alrededores del tinglado en el que se instaló el palco central en la Autopista Riccheri columnas y grupos de manifestantes casi todos jóvenes- enarbolando carteles y banderas y entonando marchas partidarias.
Miles de personas llegadas el día anterior, ya ocupaban el sector próximo a los palcos, recostados muchos de ellos sobre césped envueltos en frazadas, y junto a fogones cuyas brasas reforzaban con ramas y troncos arrancados de árboles de los alrededores. Algunos grupos se identificaban por sus carteles como provenientes de distintas provincias y el interior bonaerense.
En general el clima era tranquilo; algunas delegaciones del interior bailaban al compás de la música folklórica, y en otros junto al fuego, se tomaba mate y se jugaba a los naipes. Los altavoces difundieron constantemente la marcha peronista y una composición Leonardo Favio dedicada a Juan Domingo Perón, así como otras canciones populares. En las pausas de la música el locutor Edgardo Suárez hacia comentarios alusivos y pedía a los concurrentes que se comportaran con serenidad.
Alrededor de las dos de la madrugada los miembros del comité de organización prohibieron el expendio de bebidas alcohólicas debido a que cierto número de concurrentes se habían excedido en su consumo, y algunos de ellos provocaron incidentes.
Un cronista de este diario vio a las tres, a un grupo de estos que arrojaba carbones encendidos a cuatro policías que recorrían a caballo el lugar. Asimismo se oyeron en diversos sectores estampidos, presumiblemente de armas de fuego. Circuló entonces la versión - que no tuvo confirmación, al menos inmediatamente - de que habría un muerto y algunos heridos. En las primeras horas de la mañana se exhortó repetidamente al público para que no desbordase la valla de contención colocada frente al palco oficial, pese a lo cual la concurrencia sobrepaso las la barrera y ocupó los palcos laterales.
En forma alternada, el locutor Edgardo Suárez y el actor Leonardo Favio exhortaban a la tranquilidad y pedían que los manifestantes que iban acercándose no pugnaran por llegar a las primeras filas por el riesgo de las avalanchas.
Pedían asimismo que se apagaran los fuegos y abrieran paso a las ambulancias. Se insistía en la necesidad de no presionar, pues ya se habían producido principios de asfixia en algunas personas - entre ellos niños - ubicados en las primeras filas.
Durante la mañana camiones de la guardia de infantería y otros vehículos trasladaban a los manifestantes desde los puntos en que no se permitía el acceso de automotores a varios km. del lugar de la reunión - hasta las adyacencias del palco -. En las primeras filas se ubicaron miembros de agrupaciones de lisiados peronistas. Cientos de carteles de grandes dimensiones señalaban la presencia de delegaciones de la capital y del interior.
Entre ellos se destacaban algunos con las inscripciones de los grupos guerrilleros "Montoneros”, "FAR" y “PRT”. Cuando se difundía por los altavoces la marcha peronista, el público levantaba los dedos formando la letra "V" y entonaba con entusiasmo estribillos cuyo ritmo reforzaban los bombos que percutían los participantes al acto, mientras que agitaban los carteles y banderas- entre estas - se vio alguna enseña paraguaya así como españolas e italianas.
Alrededor de las once de la mañana llegó al tablado instalado bajo el palco, donde se congregaban los periodistas de los distintos medios nacionales y del exterior, el gobernador de la provincia de Buenos Aires. doctor Oscar Bidegain, quien observó desde ese lugar al público reunido, así como a los últimos toques que se daba a la instalación del palco central, que hubo que desarmar totalmente por las dificultades en la instalación del blindaje. El palco fue nuevamente armado despuÈs de mediodía. Bajo el mismo se hallaban alrededor de doscientos periodistas entre cronistas, fotógrafos, camarógrafos e iluminadores de cine y televisión. Entre estos advertimos a representantes de diversos medios periodísticos de países latinoamericanos, como también de Alemania, Suecia y Japón.
El acceso de los periodistas al tablado, que se instaló bajo el palco central fue permitido en las primeras horas del día. Controlaban el acceso miembros de la Juventud Peronista, en su mayoría perteneciente a la Unión Obrera Metalúrgica.
Apéndice 2.
CÁMPORA dirigió un mensaje desde Morón. (Diario La Prensa 21 de junio).
El siguiente es el mensaje que el presidente de la Nación, Doctor Héctor J. Cámpora, dirigió al país desde la VII Brigada Aérea de Morón y que fue difundido por la Secretaría de Prensa y Difusión:
"Compañeras y compañeros: el General Perón ha tocado nuevamente el suelo de su Patria. Está perfectamente bien, animado y satisfecho de este viaje que ha realizado con toda normalidad.
"Pero, cuando llegábamos a Ezeiza, se nos informó que elementos que están en contra del país pretendieron distorsionar este acto que congregó una inmensa muchedumbre, nunca vista en el país, de más de seis millones de compañeras y compañeros que querían hoy, Día de la Bandera, el emblema que debe cobijarnos a todos, recibir jubilosamente a quien es hoy líder de la inmensa mayoría de la ciudadanía Argentina.
“El general Perón me pide les trasmita a ustedes sus mejores sentimientos y sus mejores afectos y, en un abrazo que les da por mi intermedio, les dice que estará más que nunca confundido con su pueblo de hoy en adelante, porque - como siempre sostiene - el pueblo es lo mejor que tiene la República Argentina.
"El general Perón se dispone, en este momento a dirigirse a su casa, y promete que su palabra será escuchada por los veintisÈis millones de habitantes mañana a la hora 21.
"Como presidente argentino, y en representación del Movimiento Nacional Peronista y de todas las fuerzas que apoyaron el proceso de institucionalización les pido que se haga nuevamente cierta, en esta oportunidad aquella frase del general Perón que dice; “De casa al trabajo y del trabajo a casa”.
"El pueblo tiene plena vigencia en este gobierno popular y nacional. El pueblo ha de lograr sus objetivos definitivos, ahora mas que nunca, porque se encuentra entre nosotros el General Perón, ya en forma permanente.
"Compañeras y compañeros; con estas palabras les agradezco como presidente argentino, y en nombre del General Juan Perón, la molestia que ustedes se han tomado en el día de hoy, para hacer vivir un día de júbilo en el recibimiento apoteótico que ha tenido el General Perón, nunca visto en la República Argentina.
"Les agradezco en nombre de él, y en el mío propio, y les pido disculpas por todas las molestias, pero debemos tener en definitiva, una alegría inmensa: el General Perón ha puesto nuevamente sus pies en suelo patrio, y ya en forma definitiva, para conducir este país y hacer una Argentina liberada.
Apéndice 3.
Planos 1 y 2
Notas bibliográficas:
-Artículos periodísticos del Diario La Nación y La Prensa del día 20 de junio de 1973.
-Crónica de la subversión en la Argentina, por Armando Alonso Piñeyro
-EZEIZA de Horacio Verbitsky- Editorial Contrapunto - 9ª.Edición del 15 de abril de 1986.
No hay comentarios:
Publicar un comentario