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miércoles, 19 de diciembre de 2007

El Cordobazo


INTRODUCCION

El odio por el odio, la destrucción por la destrucción misma, la violencia teniendo como objetivo la violencia. Esa ha sido y es una de las características mas salientes de los años anteriores, durante y posteriores a la década del 70.

Esa perversidad y esos desatinos, son los que suelen recordarse como acontecimientos fastuosos y son destacados ante la ciudadanía por diversos medios, como hechos reivindicativos de la estupidez humana y la negatividad.

En lo que se dio en llamar "el cordobazo" y "el rosariazo" con sus antecedentes y secuelas políticas, ideológicas y sociales, se pude recoger, sin lugar a dudas, un claro ejemplo de la caracterización de los muchos, o por lo menos de algunos, de los episodios que le tocó vivir a nuestro país en la segunda mitad del siglo pasado.

A través del breve relato sobre este tema y de la abundante bibliografía que se puede consultar, resulta interesante considerar cómo, el desarrollo de estos sucesos, se concilian con el estudio doctrinario que se conoce como"la acción insurreccional de masas".
No voy a entrar en estos detalles porque están claramente definidos y analizados en un trabajo de este mismo blog.
Hay también otras opiniones sobre esta doctrina, como lo puntualiza Beba y Beatriz Balve (Huelga políticas de masas) que dividen estos hechos en cuatro movimientos donde los manifestantes llevan adelante tácticas de carácter militar: El primer movimiento será el de las manifestaciones; el segundo el de las hogueras en las calles; el tercero las barricadas de resistencias a la policía con automóviles y otros vehículos ardiendo y el cuarto movimiento será el de ocupación de áreas de la ciudad y el retroceso de la policía a sus bases donde se atrincheran.

ANTECEDENTES
El cuadro de la situación gremial y social en Córdoba se había complicado cada vez mas hacia fines de 1969.

Las asociaciones gremiales se habían manifestado abiertamente en contra del gobierno nacional del General Onganía y del Gobernador Caballero.

La Universidad Católica de Córdoba declaró su solidaridad con los estudiantes a través de un paro para el 22 y 23 de mayo.

El Gobernador de Córdoba, Dr. Caballero regresó de Buenos Aires, donde mantuvo una reunión con el presidente, analizando la situación y a su regreso confirmo un aumento salarial para el personal policial y anunció el aumento del transporte público de la provincia.

El General Lanusse Comandante en Jefe del Ejército, con un amplio historial de conductas políticas difíciles de entender, no dejaría pasar la ocasión y utilizaría ampliamente los hechos del "cordobazo" para jugarlos en la interna del gobierno de la Revolución Argentina, tratando de crear dificultades al gobierno del presidente a los efectos de reemplazarlo mediante un "golpe de estado militar", como ocurrió realmente

El 24 de mayo, un grupo de radicales intento hacer un congreso en La Cumbre y las autoridades lo impidieron. La UCR sacó un comunicado donde decía :."..frente a la ruptura de la instancia electoral, la UCR entiende que sólo le queda al pueblo la salida revolucionaria..."
En Rosario la situación no era distinta.

El Comandante del II Cpo. había formado los primeros tribunales militares.

No obstante la CGT local cumplió un paro de 48 horas manifestando un total desacuerdo con las medidas del general..

En Tucumán y en La Plata se desarrollaron manifestaciones tumultuosas

En Salta un grupo de estudiantes invadió el Club 20 de Febrero- algo así como el Jockey Club de la provincia - y lo quemó totalmente.

En Córdoba, esperaban la llegada de Ongaro para reunirse con Tosco. Ongaro fue detenido en la estación no bien bajo del tren y fue llevado a la jefatura de policía por orden del gobernador. Media hora después , lo pusieron en un avión y lo trasladaron a Bs.As.

La ley de eliminación del sábado ingles era una gota mas, que llenaba los baldes de los sindicatos y un factor esperado por los grupos insurreccionales para comenzar una protesta que pasaría a la historia.

Metalúrgico y Mecánicos cordobeses, los gremios de la fabricas Concord y Materfer, trabajados por grupos del trotskismo declaran un paro general por tiempo indeterminado. El mismo día que se inician los acontecimientos también la CGT vandorista, como su homónima izquierdista, manejada por Ongaro, declaran también el paro general.

Mientras esto ocurría en Córdoba, en Rosario se vivía una situación similar. Se había reestructurado la fabrica metalúrgica CID que fabricaba vagones para los ferrocarriles del Estado. La firma , que había renovado contrato con el gobierno inauguraba un nuevo acuerdo con la reducción de 300 obreros suspendidos y 100 expulsados. Otros conflictos se extendían a los obreros químicos, telegráficos, telefónicos y de Obras Sanitarias. Todos ellos por cuestiones de índole salarial e incumplimiento de la patronal y en especial del gobierno en el caso de los trabajadores estatales.

La noche del 24 de mayo el barrio Clínicas estaba tomado por los estudiantes. En el perímetro, los mas entusiastas habían colocado barricadas y prendido algunas fogatas. Algunas leyendas colocadas en lugares estratégicos resultaban bastante pretenciosas y decían "...barrio Clínica : territorio libre de América..". No todos los que se acuartelaron en el barrio vivían en los alrededores, muchos provenían desde distintos lugares lejanos, expresando los manifestantes que "ya está en marcha el paro activo y ahora tenemos que expresarnos"

Con respecto al desarrollo de los acontecimientos, se puede decir que no existe específicamente un comienzo, sino que se trata de una situación de "escalada" que parte desde 1968 en adelante, con el aglutinamiento de los grupos contestatarios de la izquierda

LAS FUERZAS - EL DISPOSITIVO
El viernes 29, Córdoba amaneció despejada y totalmente ocupada por la policía. La Gobernación había puesto en la calle a todas sus fuerzas: había traído contingentes del resto .provincia y anulado todos los francos. El dispositivo estaba pensado a partir de la experiencia de años de reprimir manifestaciones; su táctica consistía en cortar los accesos al sector céntrico para impedir que las columnas llegaran a juntarse, y tratar de reprimirlas por separado Puede aceptarse que Córdoba fue siempre una ciudad fácil para reprimir porque la militancia se reunía en tres puntos: Ferreira por las fabricas mecánicas, Villa Revol por los talleres de Luz y Fuerza y el barrio Clínicas par su magnitud universitaria. El Río Primero tenía 15 puentes fáciles de controlar y cerrar, La apreciación de los huelguistas era por lo tanto juntar las fuerzas saliendo de los barrios separadamente de manera de buscar la reunión fuera de esos centros mencionados.

Las Fuerzas Armadas se mantenían en situación a través de las informaciones que recibían de las autoridades provinciales. La Fuerza Ejército se aprestaba en su guarnición para celebrar al día siguiente su Aniversario. La ceremonia estaba prevista para las 10.30 hs. En el patio de armas de la guarnición al mando de su Comandante el General de División Eleodoro Sánchez Laoz, con la participación de la totalidad de la Brigada de Paracaidistas al mando del su Comandante el General de Brigada Raúl Carcagno. Mientras tanto la Fuerza Aérea realizaba vuelos esporádicos de reconocimiento sobre algunos sectores de la ciudad y sus alrededores.

La noche anterior se había reunido la "comunidad de inteligencia" de Córdoba: del Ejército y la Fuerza Aérea, la policía de la provincia, el ministro de Gobierno y los rectores de las universidades Nacional y Católica, que consideraron que las fuerzas existentes alcanzarían para mantener el orden. Mientras tanto, en Buenos Aires, el ministro Borda pretendía declarar el estado de sitio para controlar mejor la situación, pero el presidente , rechazó la medida porque empañaría la imagen de paz, tranquilidad y consenso que su gobierno pretendía dar.

Esa mañana, el gobernador Caballero dispuso un gran anillo policial alrededor del centro y puntos estratégicos, concentró destacamentos móviles capaces de desplazarse a los lugares donde se produjeran choques. Sus fuerzas estaban preparadas para la batalla.

Los puentes de La Cañada eran el embudo donde tenían que ir a caer los manifestantes. Para asegurarse que no los pasarían, las fuerzas represivas habían preparado sus cordones a varias cuadras de cada uno de ellos. La guardia de infantería había apostado carros y tropas en cruces de La Cañada con Humberto Primo, La Rioja, Santa Rosa, avenida Colón, 9 de Julio y Deán Funes, 27 de Abril, Caseros, Duarte Quirós y Boulevard San Juan. A la altura de 27 de Abril y Caseros, en el Paseo Sobremonte, había una concentración importante de la policía montada..

A lo largo de la avenida General Paz se habían desplegado carros de asalto, especialmente frente al Jockey Club, el Club Social y las facultades de Arquitectura e Ingeniería . Las plazas Vélez Sarsfield y España estaban repletas de efectivos.

Otros contingentes se habían instalado desde temprano en los puntos de acceso de las principales concentraciones industriales. En las columnas de huelguistas que venían de las principales concentraciones industriales. En la rotonda del Dante en Parque Sarmiento, la policía controlaba el acceso desde Ferreyra y Villa Revol,

En la Plaza de la Paz la policía estaba preparada para frenar la llegada de las columnas de la planta Santa Isabel de Kaiser y de los estudiantes de la Ciudad Universitaria. Los puentes del río Suquía estaban bajo un control estricto. Los manifestantes sabían que solo desbordarían a la policía si llegaban por muchos puntos a la vez.

COMIENZA EL DESPLIEGUE Y LA CONCENTRACIÓN
Desde las nueve de la mañana se veía gente deambulando por todas partes, cruzando por los puentes ,charlando, apurando el paso hacia destinos desconocidos. Los comerciantes abrieron pero la mayoría volvió a cerrar al cabo de un par de horas. Los que no salían a la calle estaban en los balcones y las azoteas, para ver qué pasaba.

A eso de las diez, los colectiveros que terminaban el recorrido dejaban los micros en las terminales y los autos empezaron a evitar el centro. Sólo motos recorrían las calles era más difícil para hacer barricadas, y muchas pertenecían a la coordinación de los manifestantes. De a poco, los que andaban solos se fueron juntando en grupitos. Algunas esquinas,lejos de los cordones policiales, se convertían en puntos de reunión. Ya cada uno había recibido sus contactos, citas, maneras de ir reuniéndose. A eso de las diez y media resultaba evidente que mucha gente estaba organizada.

En las esquinas de las calles General Paz y Colon había hombres y mujeres con bolsos, carteles enrollados y paquetes de todo tamaño. El aire estaba cargado con la tensión de los grandes días. El silencio estaba apunto de romperse. Los carteles desplegados decían entre otras cosas:.." Aquí no se trata de cambiar un General por otro, el poder lo tenemos que conquistar los trabadores y todos los hombres con sentido patriótico".

SE INICIA LA HUELGA GENERAL
A las 11.00 hs. empezó el paro general. La gente de Luz y Fuerza dirigidos por Tosco abandonaron su puesto y dejaron la guardia necesaria y se fueron encolumnado hacia el centro. Algunos Llevaban bombas molotov en la mano y varios bates de béisbol; muy pocos tenían armas de puño escondidas en la cintura. A los gritos de "Abajo la dictadura" miles de voces se fueron sumando en tanto que la columna aumentaba en magnitud cada vez mayor.

Los manifestantes del barrio Clínicas habían empezado a marchar hacia el centro mas temprano buscando desbordar a la policía en La Cañada. Resultaba difícil saber cuantos eran. La universidad de Córdoba tenia 40.000 estudiantes y la Católica 5.000, pero la magnitud era numerosa. Había llegado el momento de pasar a la acción.

La policía comenzó a tirar gases desde lejos para evitar que se juntaran miles de estudiantes que iban llegando. Algunos decididos tomaban las granadas de gases y las devolvían sobre la policía. Las explosiones de gases se multiplicaban y se sumaban una gran cantidad de piedras tiradas por hondas. Ambos bandos buscaban reparos. Ya se habían prendido las primeras fogatas.
Mientras tanto por la calle Santa Rosa un nutrido grupo al mando de Alejandro Ferreira avanzaba hacia el centro de la ciudad. Este avance duro poco y con la llegada de la policía comenzaron los gases.

Esta escena comenzaba a repetirse en docenas de lugares, situación que fue en aumento cuando las columnas que provenía de Santa Isabel comenzaban a entrar en la ciudad haciéndolo por el barrio Primero de Mayo y Avellaneda. También avanzaron los obreros de los talleres ferroviarios de Alta Córdoba, obreros del calzado, metalúrgicos, petroleros y sectores del gremialismo judicial y empleados estatales..

A los gritos Tosco les iba diciendo a los dirigentes por donde ir para encolumnar mas gente y subido en un tambor de combustible arengaba a la gente a manifestarse en la lucha diciendo: .. "hoy hay que salir a la calle a pelear por nuestros derechos. No nos van a asustar, compañeros..." En medio de ese discurso se manifestó una carga policial, con caballos, sirenas y gases. Fueron rechazados con piedras palos, bolitas de rulemanes para los caballos, miguelitos para las motos y patrulleros , etc. Los manifestante habían disuelto el reten policial y siguieron avanzando.

En los cruces importante fueron dejando barricadas hechas con autos y camiones destrozados y volcados, algunos incendiados. Esta situación se estaba manifestando prácticamente en toda la periferia de la ciudad y no es exagerado decir que cientos de columnas de homo se enroscaban hacia el cielo sobre toda la ciudad,

Los estudiantes de derecho, arquitectura e ingeniería de la universidad de Córdoba dominaban el barrio Observatorio, Güemes y Bella Vista y la policía que no intentaba entrar los hostigaba desde la distancia.

Un grupo de obreros al llegar a La Cañada y Arturo M. Bas chocaron con la policía . Se produjeron choque violentos donde además de los implementos de lucha de siempre se oyeron algunas tiros. Uno de los obreros metalúrgicos que avanzaba en la primera línea a pocos metros de Elpidio Torres cayó herido de bala con un proyectil en la cabeza. Se llamaba Máximo Mena, obrero de Ika. Los manifestantes enfurecidos cargaron contra la policía con todo lo que encontraron.

Episodios similares se producían en la zona de la estación terminal de ómnibus. En ese lugar varios manifestante cayeron bajo la acción de proyectiles de pistola 45 en rechazo a disparo de armas de fuego. Durante el recorrido de los manifestante, estos trataron de ponerle toda la dosis de bronca posible. Para ello destruyeron y saquearon empresas extranjeras, como la Xeros y varias agencias de venta de vehículos, y electro domésticos, los que fueron sacados del interior de los salones e incendiados en plena vía pública..

A las quejas de los dagnificados la respuesta era "...No se queje , si Ud. tiene tanta plata debe ser porque se la quito al pueblo... nosotros estamos destruyendo lo nuestro....que no podemos llevarnos"

Entre las doce y media y la una de la tarde, el panorama de la ciudad era muy distinto al que habían imaginado los que plantearon la represión: Los estudiantes tras durísimos enfrentamientos con la policía habían avanzado hasta La Cañada por Humberto Primo, La rioja, Santa Rosa, Deán Funes, 9 de Julio y Av. Colon. Los vecinos desde terrazas y balcones tiraban a la policía con todo lo que tenían, incluidas sillas, macetas y chorros de agua con mangueras. El centro estaba prácticamente en llamas. La policía ya no tenia reservas ni retaguardia, estaba prácticamente rodeada. No cabía dudas que las fuerzas del gobierno habían perdido el control total de la ciudad. Prácticamente la policía de Córdoba, que dependía del gobernador Caballero, había sido abandonada a sus propios recursos.

La Fuerza Aérea de Córdoba sobrevolaba la ciudad par recoger un panorama real del estado de la situación existente. Las tropas del Ejército no habían intervenido hasta ahora.. Mientras tanto en Tucumán y Rosario ya se habían hecho cargo de la seguridad. El Comandante del III er Cuerpo General Sánchez Laoz ,esa mañana había celebrado en el patio de armas del cuartel la ceremonia del día del Ejercito.

Siendo las 13.30 hs. El gobernador Caballero, en contacto con el ministro del interior Dr. Borda, le manifestaba que la situación era demasiado grave, reclamando el empleo del ejército que hasta ese momento le había sido negado por el Cte. De Cuerpo.. El poder constituido se había perdido, la policía ya no controlaba nada y el gobernador era una figura decorativa.

La única punta de lanza era La IV ta. Brigada de Infantería Aerotransportada. El plan de empleo del ejército estaba listo pero la orden no llegaba. Solamente se había realizado un simple control de rutas en las proximidades de la guarnición. Mientras tanto con el correr de las horas la gente discutía que habría que romper y que no; las fogatas eran permanentemente alimentada con todo tipo de elementos.

A las dos y media de la tarde, Correa Secretario General de la CGT, manifestó que todo había terminado. "Hemos logrado lo que nos proponíamos: manifestar nuestro descontento. La CGT da por terminada esta movilización.

El comando militar en un comunicado expresaba que "el Ejército se ve en la obligación de comunicar a la población que, en cumplimiento de los dispuesto por la Ley18.232 del Poder Ejecutivo Nacional y el Decreto Reglamentario Nº 2.736 ha dispuesto la constitución de Consejos de Guerra especiales para el juzgamiento de personas que atenten en delitos contra la seguridad previstos y penados por el código de justicia militar y el código penal correspondiente a dicha ley."

Pero el desborde ya estaba en pleno auge y las noticias y amenazas del empleo militar fueron desoídas .

En pleno centro, franco tiradores escondidos en edificios próximos a la jefatura de policía tiroteaban las instalaciones sobre las ventanas . Manifestantes saquearon el edificio del Círculo de Suboficiales, quemaron los muebles, bustos , televisores sillas y sillones, destruyeron e incendiaron un piano y prendieron fuego a una autobomba que pretendía apagar un incendio. El barrio Yapeyú que estaba en la otra punta de Córdoba estaba ardiendo. Toda la ciudad estaba envuelta en humo. Empezaba a anochecer y el panorama era grave.

A las 14 hs. las tropas estaban subidas a los camiones de asalto. Los aviones estaban alistados para cargar a los paracaidistas. El plan ya estaba listo.. Faltaba solamente la orden. Hasta ahora solo se había dispuesto un control de rutas y de accesos a la ciudad.

Alrededor de las 17.00 hs. empezaron a avanzar por Colon los primeros efectivos del Ejército, vehículos a oruga que comenzaron a aplastar todo lo que encontraban a su paso, : maderas, coches ardiendo, gomas, muebles, etc. Los estudiante ya habían decidido que hacer: ir al Clínicas. La consigna era clara replegarse y trata de resistir todo lo que pudieran. Habían conseguido nafta y empezaron a fabricar bombas molotov .

En un santiamén no quedo nadie. Poco después de las 19.00 hs. Empezaron a llegar las tanquetas. Los soldados avanzaban al costado bordeando las paredes. Otros efectivos avanzaron y ocuparon la Plaza San Martín. Eran las 20.00 hs. y Córdoba estaba a obscuras.

Los efectivos militares desplegaron en distintas direcciones y comenzaron a reducir los pequeños focos que aun a esa hora ofrecían resistencia. La única emisora que funcionaba era L U 2 La Voz de la Libertad que había conseguido un generador para seguir trasmitiendo pese al corte de electricidad general. Solo pasaba música, interrumpida de tanto en tanto por algún bando militar: "Las fuerzas del orden están facultadas para abrir el fuego contra cualquier persona o vehículo que circule por la calle.

En el barrio Clínicas y en otros barrios de la periferia la resistencia duró hasta la tarde del viernes 30. El Ejécito fue progresando paulatinamente, desarmando las barricadas, corriendo los diferentes obstáculos para reducir a los pequeños focos que aun persistían.

ALGUNOS COMENTARIOS
Por las manifestaciones que se pudieron oír y ver, así por lo que pudieron observar los jefes y oficiales que actuaron puede decirse que la población de Córdoba en forma activa y pasiva, demostró que estaba en contra del Gobierno Nacional en general y en particular del gobierno provincial.

El General Sánchez Laoz, mientras tanto expresaba por radio " que esto era la primera experiencia de la Argentina de guerra de guerrillas urbana en gran escala".

El resultado de los dos días de insurrección popular con la aproximación de un saldo de treinta muertos - datos que no son precisos - y con un costo de 5.000 millones de pesos, ¡2 millones de dólares de esa época, destaca la magnitud de la violencia y de las destrucciones efectuadas..

Un claro ejemplo de lo expresado, es el resultado de los hechos de violencia similares que se desarrollaron en Rosario, donde el periodismo del día siguiente destacaba con grandes letras de imprenta la devastación realizada:

......Excluyendo edificios e instalaciones: 20 coches particulares; 4 estaciones ferroviarias; 2 locomotoras; 20 vagones; 50 ómnibus y trolebuses; 100 garitas, retenes y barreras; 6 grandes establecimientos industriales y varias sucursales bancarias; solo en el establecimiento SARGO S.A. fueron destruidos totalmente por el fuego18 automóviles; 35 camiones, 10 camiones guinches, 14 semirremolques, 20 camionetas, 18 tractores, 7 ómnibus, 2v jeep, 1 máquina de soldar2 topadoras de zapa, 1 grúa y 200 tambores de alquitrán además del robo de herramientas, aparatos de precisión y repuestos. En el caso del establecimiento industrial CINDELMET S.A., gran industria siderometalúrgica fueron arrasadas las instalaciones, deterioradas todas las máquinas destruida totalmente la administración y la documentación. Al final la fabrica es incendiada y se generaliza la quema de grandes plantas industriales en todo el cordón fabril".

Para cerrar estos comentarios vale agregar lo expresado por el Dr. Frondici, que decía: "...la violencia popular es la respuesta a la violencia que procede de arriba; salarios cada vez mas insuficientes, ,enorme agresión impositiva, desnacionalización de la economía, agresión de la Universidad. Por eso no hay pacificación posible que no se funde en el cese de la violencia que engendra la actual política económica"

Juan Domingo Perón, desde Madrid, expresaba: ".. ...Frente a semejante anacronismo ( el gobierno de Onganía) no puede quedar otra solución que preparase de la mejor manera para derribar semejante estado de cosas, aunque para ello deba emplearse la mas dura violencia".

Tanto Rosario como Córdoba terminarían ocupadas militarmente y con Consejos de Guerra funcionando a pleno.

BIBLIOGRAFÍA: La información ha sido recogida de los periódicos de la época; "La Voluntad" de Eduardo Anguita y Martín Caparros - Tomo I; "Años de Terror y Polvora"- Guillero Rojas - Editorial Santiago Apóstol.

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